
En menos de un abrir y cerrar de ojos el contenido, descendía por su garganta, a borbotones, originando en Alicia, una breve sensación de mareo y un gusto ligeramente metálico.
Guiada por la costumbre, sus ojos buscaron la etiqueta de grande y hermosa caligrafía que siempre, en cada uno de sus infinitos bucles temporales colgaba del frasquito rezando: BEBEME.
Pero para la sorpresa de Alicia, esta vez, no había papelito.
Demasiado agitada por semejante suceso y con los efectos del líquido ingerido, la pequeña Alicia entendió que la fuerza de la costumbre puede hacer que por mucho que nos guste una cosa, se vuelva en nuestra contra, y por tanto caigamos en la más aburrida de las monotonías.
Quizá estuviese madurando, no era consciente del tiempo que había estado haciendo, pensando y diciendo las mismas cosas, del mismo modo, una y otra vez.
Tal vez era ya hora de hacer caso al viejo conejo, "hay que darse prisa, que ya no queda tiempo".
✖ MissCrapula ✖
♬ 100 songs for kids. Waltzing Matilda.
● Foto: A-L-I-C-I-A, la loca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario